Gracias a Dios los recursos a nuestro Banco de Ayudas han comenzado a llegar. Las personas se han puesto la mano en el corazón y no se han conformado con ser solo espectadores sino protagonistas de esta labor.
Estamos seguros de que otras organizaciones también se encuentran ayudando a muchos niños y familias, pero nunca es suficiente, es importante que todos también nos levantemos y ayudemos. Esta es una labor que tal vez no la recompensen los hombres pero tenemos la certeza de que nuestra recompensa viene de Dios.
Agradecemos a todos los que puedan aportar a esta causa y les bendecimos en el nombre de Jesús.
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